Guía ESC 2025 sobre Enfermedad Cardiovascular y Embarazo
- Dra. María Alejandra Ibañez
- octubre 25, 2025
- Guías y Consensos
- cardio obstetricia, Consejo MujerSIAC, embarazo
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Introducción
La enfermedad cardiovascular (ECV) constituye hoy en día la principal causa de mortalidad materna no obstétrica a nivel mundial. Se estima que hasta el 4% de los embarazos se complican por ECV, porcentaje que asciende al 10% al incluir los trastornos hipertensivos. En países de altos ingresos, la ECV representa el 33% de las muertes relacionadas con el embarazo, de las cuales cerca del 68% son prevenibles.
El incremento sostenido de embarazos en mujeres de mayor edad, la supervivencia creciente de mujeres con cardiopatías congénitas complejas y la alta prevalencia de factores de riesgo cardiovascular explican la tendencia ascendente de la ECV en la gestación. Estas condiciones no solo incrementan la morbimortalidad materno-fetal, sino que además predisponen a complicaciones cardiovasculares a largo plazo en la mujer.
Frente a este panorama, las Guías ESC 2025 presentan revisiones estructurales profundas y recomendaciones innovadoras. Entre sus pilares se destacan: la institucionalización del Equipo de Cardio Obstetricia, la actualización de la estratificación de riesgo mediante la nueva clasificación OMSm 2.0, la adaptación farmacológica específica para embarazo y lactancia, y la inclusión de un capítulo dedicado a los resultados adversos del embarazo como predictores de riesgo cardiovascular a largo plazo.
El objetivo fundamental de la guía es proveer herramientas basadas en evidencia para reducir la morbilidad y mortalidad materno-fetal, estandarizar la toma de decisiones y optimizar el cuidado longitudinal de la mujer con enfermedad cardiovascular antes, durante y después del embarazo.
Fisiología del embarazo
El embarazo induce cambios cardiovasculares para satisfacer las demandas materno-fetales:
- Desde las 6 semanas: aumento del volumen sistólico y gasto cardíaco (30–50%), incremento de la frecuencia cardíaca (10–20 lpm), disminución de la resistencia vascular periférica (20–50%).
- Dilatación de cavidades cardíacas con función ventricular conservada.
- En el parto: aumento de presión arterial y gasto cardíaco.
- Posparto: descenso rápido del gasto, normalización en ~6 semanas.
En mujeres con cardiopatía, estas adaptaciones pueden ser insuficientes, favoreciendo insuficiencia cardíaca, arritmias, disección aórtica (en aortopatías) y tromboembolia (estado hipercoagulable). Además, se modifican la farmacocinética y farmacodinamia de múltiples fármacos por cambios hemodinámicos, hormonales y metabólicos.
Aspectos destacados
Equipo de CardioObstetricia – Pregnancy Heart Team (PHT):
El Equipo de CardioObstetricia se convierte en el eje central de la guía, consolidado como el núcleo de la atención. Su participación es obligatoria en mujeres clasificadas como riesgo OMSm 2.0 clase II–III o superior, desde la etapa preconcepcional hasta el seguimiento postparto. Está compuesto por Cardiólogos, Obstetras especializados en Medicina Materno-Fetal, Anestesiólogos, Genetistas, Neonatólogos y, cuando es necesario, Hematólogos, Intensivistas y Psicólogos.
Sus funciones abarcan:
-. Preconcepción: asesoramiento sobre riesgos, ajuste de tratamiento, consejería genética, elección del método anticonceptivo y discusión de tecnologías de reproducción asistida.
-. Durante el embarazo: estratificación dinámica de riesgo, monitoreo clínico, decisiones sobre vía y momento del parto.
-. Parto y puerperio: coordinación de la estrategia anestésica, plan de anticoagulación, vigilancia de complicaciones.
-. Seguimiento a largo plazo: prevención secundaria y manejo de resultados adversos del embarazo.
La evidencia muestra que la atención coordinada en centros de referencia con equipos multidisciplinarios reduce la mortalidad y los reingresos hospitalarios, y mejora los desenlaces neonatales.
Estratificación del Riesgo – mWHO 2.0
Actualización de la clasificación de la OMS para el embarazo, incorporando criterios clínicos más matizados e integrando la evidencia de estudios como CARPREG II. Se establecen recomendaciones diferenciadas según las categorías de riesgo (I a IV).
La clasificación modificada de la OMS (OMSm 2.0) es ahora más detallada y específica:
Clase I (riesgo bajo): condiciones con mortalidad materna y morbilidad mínima, que requieren únicamente control estándar.
Clase II–III (riesgo moderado a alto): cardiopatías congénitas reparadas, valvulopatías moderadas, algunas arritmias; requieren manejo especializado por el PHT.
Clase III: riesgo sustancial de complicaciones, con necesidad de control estricto y frecuente.
Clase IV (riesgo muy alto): situaciones en las que el embarazo se asocia con un riesgo inaceptable de mortalidad materna (por ejemplo, hipertensión arterial pulmonar, disfunción ventricular grave, cardiomiopatía periparto con fracción de eyección persistentemente reducida, aortopatías graves, estenosis aórtica crítica). En este grupo, se debe realizar consejería exhaustiva que incluya la posibilidad de interrupción del embarazo.
La guía enfatiza la importancia de la toma de decisiones compartida, reconociendo la autonomía de la mujer, y a su vez asegurando un diálogo informado y transparente.
Evaluación Preconcepcional y Consejería
Es esencial para todas las mujeres con ECV:
- Informar sobre riesgos maternos, fetales y de transmisión.
- En adolescentes con cardiopatía congénita/hereditaria, iniciar conversaciones desde la menarquia.
- Abordar anticoncepción segura para prevenir embarazos no planificados (hasta 45% en adolescentes con cardiopatía congénita).
- Programas de transición mejoran el conocimiento y la adherencia.
Evaluación de riesgos:
- Integrar diagnóstico cardiovascular, estado funcional, medicación y factores no cardíacos (edad, tabaquismo, comorbilidades, índice de masa corporal, antecedentes obstétricos, logística, etnia, nivel socioeconómico).
- Considerar resultados fetales y obstétricos junto con riesgos cardiovasculares.
- Utilizar herramientas validadas como OMSm 2.0 + CARPREG II.
- Incluir estudios de imagen, biomarcadores, pruebas funcionales y reevaluación tras suspensión de fármacos teratogénicos.
Asesoramiento genético
Muchas enfermedades cardiovasculares tienen base hereditaria (aortopatías, canalopatías, miocardiopatías, cardiopatías congénitas, HAP, enfermedad tromboembólica), con herencia autosómica dominante y riesgo de transmisión del 50%.
Las pruebas genéticas deben realizarse antes del embarazo en centros especializados, con equipos multidisciplinarios capacitados para:
- Interpretar variantes genéticas.
- Aplicar resultados a la práctica clínica.
- Brindar asesoramiento previo y posterior sobre riesgo y expresión variable.
Anticoncepción
Debe abordarse desde la menarquia en niñas y mujeres con ECV para prevenir embarazos no planificados.
La elección del método debe basarse en:
- Seguridad cardiovascular.
- Riesgo trombótico.
- Interacciones farmacológicas.
- Preferencias de la paciente.
En condiciones de riesgo OMSm clase IV, la consejería incluye apoyo psicológico y discusión sobre la interrupción del embarazo cuando sea apropiado.
- Recomendación médica
- Considerar seriamente la interrupción del embarazo.
- Riesgo extremadamente alto de mortalidad materna y fetal.
- Procedimiento
- Evitar retrasos: a mayor edad gestacional, más complicaciones.
- Preferencia por métodos quirúrgicos.
- Métodos farmacológicos viables hasta la semana 9.
- Apoyo psicosocial
- Fundamental brindar acompañamiento emocional profesional.
- Reduce efectos adversos en salud mental.
- Discutir opciones adecuadas sobre anticoncepción durante el proceso.
Diagnóstico prenatal y preimplantacional
Debe discutirse en mujeres/parejas con anomalías cromosómicas o monogénicas conocidas.
- El diagnóstico preimplantacional requiere fecundación in vitro (FIV).
- La decisión debe considerar aspectos médicos, culturales, religiosos, legales y de accesibilidad.
- Realizarse en centros experimentados con enfoque individualizado y ético.
- Derivación temprana es clave por el tiempo que requieren estas técnicas.
Tecnología reproductiva
En mujeres con ECV:
- Tasas de infertilidad similares a la población general, pero manejo más complejo.
- No rechazar tratamiento reproductivo sin evaluación multidisciplinaria.
- Riesgos adicionales: superovulación (protrombótica), síndrome de hiperestimulación ovárica (alteraciones de fluidos, alto riesgo de trombosis).
- Evaluar riesgo de tromboembolia venosa antes de iniciar tratamiento.
- Reducir riesgo con monitorización cuidadosa, dosis bajas de FSH y antagonistas de GnRH.
- Recomendar transferencia de un solo embrión para evitar gestaciones múltiples.
- En OMSm III o anticoaguladas, riesgo alto: considerar FIV en ciclo natural.
- Evitar tratamiento de fertilidad en OMSm IV.
- Procedimientos como histeroscopia/laparoscopia pueden ser peligrosos en ciertas cardiopatías (ej. Fisiología univentricular ó circulación de Fontan).
Métodos Diagnósticos en el Embarazo
Las guías establecen las siguientes recomendaciones:
Herramienta | Rol en embarazo |
Ecocardiografía | Primera línea ante síntomas nuevos. |
Electrocardiograma/monitores/dispositivos móviles | Útiles para arritmias. |
BNP / NT-proBNP | Interpretar con cautela por falta de puntos de corte validados. |
Estudios con radiación | Usar principio ALARA; dosis fetales <50 mGy. |
Resonancia cardíaca | Permitida sin gadolinio, salvo casos imprescindibles. |
En paralelo, se recomienda la evaluación fetal para descartar cardiopatías congénitas y monitorizar el bienestar intrauterino.
Manejo del Parto y Postparto
-. Modo de parto: el parto vaginal es preferido en la mayoría de las mujeres con ECV, salvo indicaciones obstétricas o alto riesgo cardiovascular. La cesárea se reserva para indicaciones obstétricas o cardiovasculares específicas, como anticoagulación con antagonistas de vitamina K al inicio del trabajo de parto o presencia de obstrucciones valvulares/al tracto de salida severas.
-. Anestesia: debe planificarse cuidadosamente por el Equipo de CardioObstetricia, con especial énfasis en la estabilidad hemodinámica, para evitar descompensaciones.
-. Anticoagulación: en válvulas mecánicas, cambiar de HBPM a heparina no fraccionada IV 36 h antes del parto programado, suspendiéndola 4–6 horas antes.
-. Postparto: se reconoce como período crítico para descompensaciones; se recomienda observación intensiva durante al menos 48 a 72 horas
Manejo Farmacológico
Las guías 2025 refuerzan el uso prudente y basado en la evidencia de los fármacos en embarazo y lactancia:
-. Contraindicados solo en embarazo: IECA, ARA-II, ARNI, antagonistas de mineralocorticoides, estatinas (salvo casos seleccionados).
-. Contraindicados solo en lactancia: bromocriptina (si se administra, suspender lactancia).
-. Contraindicados en ambos contextos (embarazo y lactancia): ivabradina, iSGLT2, ARNI, DOACs, amiodarona, estatinas (salvo casos seleccionados).
-. Anticoagulación: Los anticoagulantes orales directos (DOAC) no se recomiendan. Los antagonistas de la vitamina K (VKA) presentan alto riesgo teratogénico. Pueden considerarse en segundo y tercer trimestre en casos de válvulas mecánicas con alto riesgo trombótico. La heparina de bajo peso molecular es segura, requiriendo ajuste con anti-Xa.
-. Betabloqueantes para arrítmias hereditarias: nadolol y propranolol son de elección.
-. Hipertensión y preeclampsia:
Los fármacos de primera línea recomendados para el manejo de la hipertensión en el embarazo son labetalol, metildopa y nifedipino. Como segunda línea, la hidralazina se reserva para crisis hipertensivas o preeclampsia grave, especialmente cuando no se dispone de labetalol o nifedipino por vía oral.
El uso de diuréticos (furosemida o tiazidas) puede considerarse de forma selectiva en casos de sobrecarga de volumen o insuficiencia cardíaca asociada, evitando su empleo rutinario por el riesgo de reducción del volumen plasmático.
Otros betabloqueantes como metoprolol o bisoprolol son alternativas aceptables cuando se requiere control específico de la frecuencia cardíaca, aunque se desaconseja el uso de atenolol por su asociación con restricción del crecimiento intrauterino.
Adicionalmente, la aspirina a baja dosis (75–150 mg/día) iniciada desde la semana 12 hasta la 36-37, ha demostrado reducir significativamente el riesgo de preeclampsia en mujeres de alto riesgo.
Manejo de Condiciones Específicas
Cardiomiopatías: el parto vaginal es preferido salvo insuficiencia grave, arritmias no controladas o obstrucción severa. La miocardiopatía periparto requiere seguimiento prolongado, incluso tras recuperación de la fracción de eyección.
Aortopatías: el diámetro aórtico guía las decisiones sobre modo de parto y la necesidad de cirugía profiláctica previa al embarazo.
Tromboembolismo Venoso en Embarazadas
Sospecha de TEV en el embarazo las guías ESC 2025, recomiendan la evaluación inmediata historia, examen físico, Dímero D (usando umbrales adaptados) y compresión venosa por ecografía. Si existe alta sospecha y demora diagnósticas, iniciar heparina de bajo peso molecular (HBPM) dosis terapéutica hasta confirmar o descartar. La dosis de la HBPM, debe ser estimada por el peso en el primer trimestre. Se deben determinar los factores de riesgo durante el embarazo para tromboembolismo pulmonar para la prevención, estados de hipercoagulabilidad y expansión del útero, la prevención y tratamiento de TEV deben ser iniciados en el anteparto, se continúa por 6 semanas en el postparto hasta completar los 3 meses, o más, si existiera una indicación de uso indefinido. Es más eficaz dosis intermedias solo en el periodo postparto ajustadas al peso. Mujeres obesas, dosis profilácticas, basadas en el peso inicial con control del anti factor Xa, en dosis fijas. Mujeres embarazadas con indicación de anticoagulación a largo plazo o preexistentes en uso de anticoagulantes orales (DOAC o VKA), deben ser reemplazadas por HBPM.
Los casos de Trombosis Venosa Profunda (TVP), con alta sospecha clínica, se debe iniciar HBPM dosis terapéutica, anticipada al diagnóstico por Doppler venoso. Si el Doppler venoso positivo en venas ilíacas, confirma el diagnóstico, se mantiene la dosis terapéutica de HBPM e incluye al grupo de trabajo al cirujano vascular y al hematólogo para acompañamiento. Si es no concluyente, con intervalo de 7 días, se realiza un nuevo control por Doppler o venografía por RM. Si ambos exámenes son negativos, descarta TVP.
En relación al tromboembolismo pulmonar, el manejo se decidirá de acuerdo con el estado hemodinámico de la paciente. La paciente estable con sospecha clínica de TEP, se indica dosis terapéutica anticipada de HBPM, se solicita Dímero D y Doppler venoso, si son positivos, se mantiene el tratamiento. Si el Doppler y el Dímero D no son concluyentes, se solicita tomografía de arterias pulmonares; si esta es negativa, descarta TEP. En pacientes inestables hemodinámicamente, se debe realizar ecocardiograma TT, en presencia de disfunción de ventrículo derecho confirma TEP, si la función está conservada se solicita TC de arterias pulmonares como alternativa diagnóstica. No queda clara aún la utilidad del factor anti-Xa, no generó impacto en el manejo, pero se recomienda usar en pacientes obesas y en falla renal. Puede mantenerse el tratamiento con HBPM y Antagonista Vit K, durante la lactancia. No se recomienda la utilización de trombolíticos o intervencionismo en el período periparto. El uso de filtros de vena cava inferior, la información es limitada, queda a criterio por riesgo de recurrencia en casos donde exista una inadecuada anticoagulación o que esté contraindicada la misma.
Mujeres con Hipertensión Arterial Pulmonar:
Estas guías ESC 2025 marcan un cambio de paradigma hacia un enfoque en la autonomía de la mujer, promoviendo un diálogo transparente, un asesoramiento compartido y una evaluación individualizada de riesgo, en lugar de simplemente recomendar evitar el embarazo en quienes son consideradas de alto riesgo. Adquieren mayor relevancia los grupos Cardio Obstétricos para la consejería preconcepcional, la inclusión de un experto en Hipertensión Pulmonar, que evalúe, si así lo decide, la contracepción para evitar embarazos no deseados, siendo esta individualizada y en casos de asumir la gestación, esta debe ser programada para su interrupción, en centros especializados en Hipertensión Arterial Pulmonar. Enfatiza que el cateterismo derecho debe ser realizado solo si existe duda diagnóstica o toma de decisiones terapéuticas importantes. Advierten sobre los tratamientos con endotelina, Riociguat y Selexipag, no está recomendado su uso durante el embarazo y mantienen los inhibidores de la fosfodiesterasa-5, como seguros y de ellos el Sildenafil, el más utilizado. Como mensaje central, no existe presión pulmonar “segura”, para la concepción. Se mantiene como una de las condiciones de más alto riesgo (Clase IV).
Síndrome coronario agudo: se recomienda manejo igual que en mujeres no embarazadas, incluyendo angiografía y revascularización cuando esté indicada. No deben retrasarse intervenciones por temor a la teratogenicidad.
Valvulopatías nativas y con prótesis valvulares
Las guías ESC 2025 establecen que toda mujer con enfermedad valvular debe tener acceso a una evaluación preconcepcional y cada condición cardíaca debe ser optimizada, donde aquellas con lesiones severas sean tratadas por intervencionismo percutáneo o quirúrgico, previo a la concepción. En cuanto al manejo, se mantienen las mismas orientaciones. Se hace énfasis, que deben ser atendidas por grupos cardio obstétricos, en centros que cuenten con opciones de resolución terapéutica especializadas.
Las prótesis valvulares, en mujeres en edad reproductiva o niñas, que requieran cirugía valvular, se debe considerar el deseo de embarazo a futuro. Se hace énfasis en la escogencia de prótesis biológicas, cirugía de Ross o reparaciones valvulares, que evitan la necesidad de anticoagulación. Las bioprótesis previas al embarazo, que utilizan dosis baja de aspirina, pueden continuar en el embarazo. Disfunción protésica severa, la reintervención previa al embarazo debe ser sugerida. Intervención transcatéter Valve in Valve tiene un rol de extender la esperanza de vida en la falla de bioprótesis en mujeres jóvenes contemplando un embarazo. En Bioprótesis, los embarazos y nacimientos vivos sin eventos adversos alcanzan un 79%. Las prótesis mecánicas son consideradas un riesgo aumentado según la escala OMSm 2.0 mayor III, las complicaciones trombóticas alcanzan un 9-24% y los sangrados 20-30%. Mujeres con prótesis mecánica en posición mitral tienen mayores eventos adversos, incluida la mortalidad. Estas pacientes, de acuerdo con las guías ESC 2025, deben encontrar una anticoagulación óptima, con manejo de anticoagulantes tipo Warfarina con dosis menores de 5 mg, en el primer trimestre. Si necesitan mayores dosis, se sustituye por HBPM, con vigilancia de los niveles anti-factor Xa, sobre todo en casos específicos de alto riesgo de trombosis. requieren estrategias individualizadas de anticoagulación y, en ocasiones, cesárea electiva.
Falla Cardíaca
Las pacientes con falla cardíaca crónica, complica 11% de las pacientes embarazadas, en presencia de enfermedad cardíaca preexistente y alcanza una mortalidad intrahospitalaria de 9%, por lo que estas pacientes deben ser evaluadas antes de la concepción. Sobre todo, debido a que muchos de los fármacos de ICC están contraindicados en el embarazo, por lo que estos deben ser modificados en la etapa preconcepcional y ser valorados tres meses después. Generalmente, la disfunción leve ventricular tolera el embarazo sin incremento de los síntomas. Disfunción ventricular mayor a leve, con clasificación OMSm mayor II, se debe contar con respaldo de trasplante y soporte mecánico circulatorio realizado por expertos. La disfunción ventricular severa, FEVI menor 30% con criterio OMSm 2,0 IV, el riesgo de morbilidad y mortalidad materna alcanza un 15% de muertes maternas globales. La falla cardíaca aguda incluye sin lesión estructural existente como la Miocardiopatía Periparto o secundaria conocida como las cardiomiopatías, enfermedad isquémica o cardiopatías congénitas, que evolucionen a choque cardiogénico, los inotrópicos de preferencia a utilizar son el levosimendán, dobutamina y milrinone, según sea el caso. Contar con soporte circulatorio, con preferencia veno-arterial membrana oxigenación extracorpórea (VA-ECMO), en choque cardiogénico refractario. La vía de parto, es la cesárea con analgesia epidural o anestesia general. Manejo de medicamentos a base de diuréticos, betabloqueantes (bisoprolol, metoprolol), hidralazina y nitratos vía oral. Los IECA, BRA, ARNI, Ivabradina, SGLT2, no están recomendados en el embarazo, en el postparto se considera su uso. Se desaconseja la lactancia materna en falla cardíaca severa. En miocardiopatía periparto, con FE menor que 25%, uso de bromocriptina.
Trasplante cardíaco y cardio-oncología: se recomienda posponer el embarazo al menos un año tras el trasplante, con monitorización estricta de niveles inmunosupresores.
Resultados Adversos del Embarazo
Por primera vez, la guía dedica un apartado a los Resultados Adversos del Embarazo, reconociéndolos como predictores de enfermedad cardiovascular futura.
Incluyen los trastornos hipertensivos del embarazo (THE), diabetes gestacional (DG), fetos pequeños o grandes para la edad gestacional y el parto pre-pretérmino, los cuales merecen especial atención, para un cuidado multidisciplinar, con el fin de optimizar los factores de riesgo modificables.
Mujeres con trastornos hipertensivos, específicamente la preeclampsia, tienen una incidencia superior de enfermedad cardiovascular severa, que incluye enfermedad arterial coronaria, eventos cerebrovasculares y falla cardíaca.
La diabetes gestacional: estas mujeres tienen mayor riesgo de desarrollo de diabetes tipo 2 y aumenta la probabilidad de eventos adversos cardiovasculares. Es recomendable mantener un control, repetir las pruebas 6 y 12 meses posteriores a la gestación, con seguimiento anual.
Los nacimientos pre-término, aislados o asociados a THE, existen una relación con enfermedad cardiovascular y mortalidad. Se ha evidenciado tendencia a desarrollar hipertensión arterial y acelerar la aparición de ateroesclerosis, independientemente de los factores de riesgo tradicionales.
Los fetos pequeños para la edad gestacional se asocian a hipertensión arterial y diabetes mellitus. Los fetos grandes para la edad gestacional, el incremento del riesgo cardiovascular es limitado.
La recomendación es realizar una evaluación del riesgo cardiovascular postparto, documentar los resultados adversos del embarazo en la historia clínica y brindar consejería sobre estilo de vida saludable y seguimiento periódico.
Lactancia materna
Estimular la lactancia materna, no solo por los beneficios a corto plazo, trae un mejor perfil cardiometabólico. Hacerlo por lo menos durante 12 meses disminuye a futuro el riesgo cardiovascular y la mortalidad, así como el mejor control de cifras tensionales.
Mensajes Clave
La guía sintetiza sus principales recomendaciones en dos categorías:
Clase I – Lo que se debe hacer | Clase III – Lo que no debe hacerse |
Integrar obligatoriamente al equipo de CardioObstetricia para mWHO ≥II | No usar IECA, ARA, ARNI, antagonistas de mineralocorticoides, ivabradina, SGLT2i durante el embarazo. |
Realizar evaluación preconcepcional | No usar anticoagulantes orales directos (DOAC). |
Ecocardiografía ante síntomas | No retrasar intervenciones que salvan vidas en emergencias cardiovasculares por preocupaciones de teratogenicidad. |
Aspirina en mujeres con riesgo de preeclampsia | |
Evaluación cardiovascular tras resultados adversos del embarazo. |
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Brechas en la Evidencia
Las guías reconocen múltiples áreas donde los datos siguen siendo insuficientes:
-. Seguridad de técnicas de reproducción asistida en mujeres con ECV.
-. Imágenes: falta evidencia para el uso de ecocardiograma con contraste, agentes como el gadolinio y patrón del ultrasonido pulmonar.
-. Fármacos: DOAC y antídotos. Así como nuevos antiarrítmicos como la ivabradina, vernakalat, landiolol. Dosis óptima de antagonistas de vitamina K en el primer trimestre. Dosis y frecuencia óptimas de heparina de bajo peso molecular.
-. Valores normativos de biomarcadores (troponina, NT-proBNP) durante el embarazo.
-. Cardiomiopatías y síndromes arrítmicos primarios: estudio de genes específicos es limitado.
-. Estrategias de tratamiento en aortopatías hereditarias.
-. En la cardiomiopatía periparto, el tratamiento, la potencial recuperación de la función cardíaca y los riesgos de posteriores embarazos no son claros.
-. Intervalos de seguimiento y efectividad de clínicas específicas para mujeres tras resultados adversos del embarazo.
Conclusiones
Las Guías ESC 2025 sobre ECV y embarazo representan un avance significativo al:
-. Consolidar el abordaje multidisciplinario como pilar central y estándar asistencial.
-. Proporcionar una estratificación de riesgo más precisa con la mWHO 2.0.
-. Reforzar la seguridad farmacológica durante el embarazo y la lactancia.
-. Reconocer los resultados adversos del embarazo como marcadores de riesgo cardiovascular futuro, ampliando el horizonte del cuidado más allá del puerperio, de una visión episódica centrada en la gestación a un enfoque longitudinal de salud cardiovascular en la mujer.
Su implementación adecuada permitirá mejorar los desenlaces materno-fetales, reducir la mortalidad prevenible y contribuir a la prevención secundaria de la enfermedad cardiovascular en mujeres. Estas guías invitan a un cambio de paradigma: del enfoque episódico del embarazo hacia una visión longitudinal de la salud cardiovascular femenina.
Link a la publicación:
https://www.escardio.org/Guidelines/Clinical-Practice-Guidelines/CVD-and-Pregnancy
Fulltext: https://academic.oup.com/eurheartj/advance-article/doi/10.1093/eurheartj/ehaf193/8234487?login=false
Autores del resumen:
Dra. María Alejandra Ibañez FSIAC
Especialista en Cardiología Ecocardiografísta-Falla Cardíaca.
Secretaria Consejo Mujer SIAC.
Miembro honorario Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular.SCC

Dra. Maritza Arvelaiz
Cardiólogo Ecocardiografista
Adjunta al servicio de Gineco Obstetricia del Hospital Universitario Dr. Luis Razetti Anzoátegui Venezuela
Directora del grupo de trabajo de Cardio Obstetricia del Consejo Mujer SIAC
Miembro de la Sociedad Venezolana de Cardiología – Coordinadora del grupo Cardio Obstetricia

Dr. Manuel Álvarez-Gaviria
Vocal Consejo Emergencias y Cuidado Crítico Cardiovascular – SIAC
Especialista en Medicina Interna, Cardiología, Cardiopatías Congénitas en el Adulto, Embarazo y Enfermedades Cardíacas
Hospital Universitario Fundación Santa Fé de Bogotá
Presidente del Capítulo de Cuidado Crítico Cardiovascular y Expresidente del Capítulo de Enfermedad Coronaria –
Sociedad Colombiana de Cardiología y Cirugía Cardiovascular
Profesor Universidad de los Andes, Universidad El Bosque, Universidad del Rosario


